El que busca encuentra.

| jueves, 29 de enero de 2009 | 0 comentarios |
No se por qué, pero luego de despertar (por segunda vez) me puse a recordar a Karina Paredes, la estudante de obstetricia que desapareció el año 2005, el cual ingresé a la U. Recuerdo la parafernalia de sus compañeras. Y, creo, la imagen que nunca podré borrar es la tuya, Daniela, sosteniendo una foto de tu desaparecida amiga. Mucha pena, muchas búsquedas infructuosas. Pero... ¿para qué la buscan, si ella buscaba eso?. Si, se hablaba de que en su fotolog escribia sobre la muerte, pues esta mina, una "gótica", creía que la solución a todo era borrarse del mapa. Bien, pasó lo que quería ¿y es una pena?. Pues, a mi parecer, obtuvo lo que buscaba. Tanta parafernalia por una mina que buscó la muerte. Yo hasta la festejo. Si la tuviera frente a mi le diría "¿Viste?, por idiota te pasó".

Los días con otro color.

| sábado, 17 de enero de 2009 | 1 comentarios |
Veo hacia atrás y dimensiono lo avanzado por mi, solamente por mi, sin ayuda de nadie (bueno, excluyendo la ayuda económica). Creo que es el día de hoy, pero cada mal momento vivido es puesto en una bolsa negra y depositado en el contenedor de basura. Esots últimos días se basan en arreglar problemas. Si, se termina este primer mes del año, pero todavía quedan cosas por arreglar. Y albergo esa mínima esperanza de que tome un rumbo nuevo, no similar al anterior, pero mejor que el actual.
Pero bueno, no todo es problemas. Próximamente dejaré de pensar en pruebas y trabajos luego de despertar. Abriré los ojos antes de mediodía, para impregnarme un poco de la energía mañanera. Haré ejercicios, andaré en bicicleta, nos juntaremos todos los días a comernos un as en nuestro local preferido (doy el dato: en Lía Aguirre, el local llamado "Donde Luchito"... excelente). Pensándolo bien, va más allá de comer lo que busco. Lo que de verdad busco es estar con ellos, con los verdaderos amigos, los cuales pude filtrar y descubrir cuales eran. Desde aquel consejo tan sabio, venido de la mente más retorcida que conozco (Si, Lucho, el mejor consejo me lo dió la persona a la que todo el mundo tilda de pelacable), hasta esas salidas para distraerme (Dani, Pancho, Tato, los amo). Y, por supuesto, las palabras reconfortantes de la Isa, tocar junto al Adán y el Pipe, el humor del Seba, las voladas del Rorro, los cariños de la Bere y la Caro, las pelotudeces habladas con el Mauro, las discusiones políticas con el Diego, las conversas de la vida con la Romimi, la ciencia entendida por la Ponsha, las salidas del madre del Vito, el Tomás serio hasta que habla y queda la escoba y la Danni Zo (violencia compacta... jajajaja). 
Si, los días no son en blanco y negro ni menos tonalidades entre estos colores (¿son colores?). Hoy desecho esa teoría. Los días son de colores, donde cada uno de estos es aportado por alguna persona.
Hoy desperté distinto, sintiéndome renovado. Hoy desperté con esa sensación de haberme sacado esa mochila con piedras que llevaba puesta desde hace muchos años y sentir el viento en la espalda. 

Problema

| martes, 13 de enero de 2009 | 1 comentarios |

Después de varias semanas de intentos de resolver un problema e el laboratorio, el jefe de investigación mira a sus colegas y les pregunta:

"Señores, ¿conocen ustedes el antónimo de la palabra "eureka"?

Exámenes

| lunes, 12 de enero de 2009 | 1 comentarios |

Pruebas, trabajos, informes, seminarios... ¿y ahora un conteo hepático? No, pa' ese no estudiaré.

Mala idea

| domingo, 11 de enero de 2009 | 0 comentarios |
El pasaje entero sabía que don Alamiro cumplía 100 años el próximo domingo. El pasaje entero se organizó para realizarle una fiesta sorpresa en su casa. El pasaje entero juntó dinero, se consiguieron las llaves y adornaron la casa del cumpleañero. El pasaje entero fue a una pastelería a comprar una torta especialmente hecha para don Alamiro. El pasaje entero esperó a que el festejado llegara de sus tardes de ajedrez para sorprenderlo con tamaña fiesta. Las luces apagadas y todos en silencio. Don Alamiro abre la puerta y el pasaje entero grita "¡sorpresa!". Don Alamiro lleva su mano derecha al pecho, coloca los ojos blancos y se desploma.El pasaje entero no recordaba que don Alamiro presentaba una cardiomiopatía.  El festejado alcanzó a vivir 100 años de forma exacta. En el cementerio se reunieron sus hijos, nietos, bisnietos y el pasaje entero.

Tu afán ladrón (y otras cosas que me repulsan).

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Las vueltas de la vida: ahora eres íntima amiga de la persona a la que más le tenías celos, de la que me negaste ver un tiempo.
Que raro eso de llamar a mis amigos por teléfono, de querer ser SU amiga. Que raro que llegaras de rosado a la USACH y terminaras escuchando Demon Hunter. Es raro... por la cresta, hay tanta cosa rara en ti que si me dicen que no eres terrestre me calzan todas las cosas.
Me choca que no tengas identidad, me choca que no sólo me quieras copiar, sino que desplazar y ponerte en mi lugar. Si, eso me molesta de ti, nada más. Lo demás... bueno, ya sabía como eras tu y simplemente acepté, con desconfianza, claro, pues, como recalqué antes, tu actuar era tan obvio que cada cosa que predije se cumplió.
Y recuerdo peleas. Una en especial, donde me asusté, donde vi todas tus fallas y a donde me conducias. Ibamos saliendo del departaento (discutiendo, como casi siempre pasaba el 2008) y, no recuerdo el motivo exacto del por qué dijiste eso, con tus ojos redondos y brillantes me dices "y nunca deseaste que te diera un hijo". Estoy seguro que viste mi cara. Y mi respuesta, más que obvia, fue darme la vuelta e irme para mi casa. Tengo 22 años y mi vida va más allá de una huevada que llora, caga y come. Y creo que nunca a nadie le he dicho que me de un hijo, pues mi salud mental se encuentra bien, dentro de los estándares mundiales. Decirme tamaña idiotez comprobó que eras una mamá, una Viviana.
¿Qué más? Bueno, tu coquetería flaite me molestó siempre. La gente es coqueta por naturaleza. Los que no, mueven el poto, como tu. Aunque, analizando más cosas, más que ser deseada, querias ser el centro de atención de todos. He ahí otra falla tuya.
Tu psicopatismo (ahí no hay nada que analizar) es fuerte. Llamar a la Pandy y preguntarle que qué pasaba entre nosotros no es muy civilizado. Que me esperaras en el Metro sólo para insultarme y luego propinarme una patada no es muy cuerdo. Llamarme a cada rato para saber con quien estaba es comparable con Hannibal Lecter. Que en la casa de la Camila te encerraras conmigo y quisieras darme un beso a la fuerza, tomándome de las manos y yo, al querer liberarme, era amenzado con que gritarias que te estaba pegando.
Wow, si siguiera no terminaría nunca. Espero que algun día leas esto, para que veas la imagen que tengo de ti. No te amo, no te odio, no te tengo mala, no quiero ser tu amigo. En cierto modo, siento un poco de pena por ti. Porque se por lo que pasaste y tratas de tapar todo con materialismo y esa esencia "pop", pregonada por las cheerleaders de colegios gringos. Y si, si necesitas ayuda te la daré. Y recuerdo, luego de releer esta oración, cierta frase que repetíamos siempre: "los Puerkos no se abandonan". Y me hace volver atrás, recordar y darme cuenta que "los Puerkos" se habian abandonado hace tiempo, mucho antes de terminar, mucho antes del "suceso"...

Contando los días.

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Se aproximan mis vacaciones y, según lo que veo, tengo cero panorama, pues, debido a ciertas circunstancias, todo plan que tenía se fue a las pailas. ¡Pero qué importa, carajo! Siempre existe una salida, una solución. Y esa salida, esa solución, existe gracias a los amigos. Qué importa si no salgo de Santiago, si puedo disfrutar de una noche de póker, acompañado de un vaso de ron con hielos y algo para comer (como, por ejemplo, un as). Obvio, no tengo dinero para alojarme en algun lado fuera de Santiago, pero puedo hacer viajes del día, junto a ti, Amor. Y si, puedo solamente ir a carretiar a Viña y tendré el brazo extendido de un amigo. Y, puede ser, termine acampando en el Cajón del Maipo. Y pueden pasar muchas cosas de esa índole, pero primero quiero mi semana de descanso, mi semana de siestas junto a ti, mi semana de arreglar problemas, mi día de dejar la escoba en algun lado, mi día de salir a tocar con mis amigos, de salir a pintar las calles de La Florida.
Y si, espero el día que me digan "última prueba", ponga mi nombre, resuelva ejercicios, la entro y parto a mi casa, sin volver. Tengo esa sensación en el vientre similar a la de un niño de 4 años esperando que sean las 00.00 del día 25 de diciembre.
Y espero... y aparece esa extraña fuerza, que hace que te levantes más temprano y hagas cosas que nunca hacias. Creo que mi motor de emergencia se prendió. Luego de que se apague, directo a la cama por 5 días. Pero sin pensar en que debo rendir alguna prueba.

Ese miedo...

| sábado, 10 de enero de 2009 | 4 comentarios |

¿Qué me motivo a escribir esto? Fácil: caminaba hacia mi casa y veo a un tipo X. Pongo mi cara de malacatoso y cruzo donde está él. Acto seguido, el tipo cruza la berma.
Siempre ha pasado eso. Lo dijo una vez la Flo. Dijo que le daba miedo, que en cualquier momento podía matarla. Lo dijo ese tipejo del Instituto Nacional, que hasta se cambiaba de vagón con tal de no irse cerca de mi. Lo dijo mi ex, al ver lo imprevisible que era. Lo dice gente, al verme en persona.
Recuerdo mi época más oscura. Recuerdo el microbus lleno de gente, pero el asiento al lado mio desocupado, vaya a saber uno por qué. Tambien recuerdo una pelea que terminó con un tipo en el suelo por acción de mi mano y el posterior miedo que adquirió hacia mi persona (es más, trata de no toparse conmigo).
Veo en tu accionar que me tienes miedo, Raquel. Veo en tu prepotencia el miedo por lo que construiste, Viviana. Veo en mi familia completa un miedo al descontrol de mi ser, a que hable y que las palabras emulen una hecatombe nuclear. Temen que, a pesar de ser reaccionario/contestatario, pueda serlo aun más. Si, saben que puedo más. Y, lo mejor, es que me gusta mantenerlas colgadas de ese hilo.

Camaleón

| martes, 6 de enero de 2009 | 1 comentarios |
Me pongo antiparra, la máscara negra, el beatle con las guantes, el chaleco táctico, pantalones negros, calcetas largas que toman un poco del pantalón, zapatillas anchas Adidas y un cuchillo. Soy un asesino que te ataca en las sombras. Te mato y no te das cuenta.

Me pongo cotona blanca, lentes protectores, camisa azul, pantalones oscuros, soquetes, zapatillas Adidas Superstar viejas. Soy un científico loco, que extrae cobre y sintetiza nuevas drogas.

Me pongo una polera de color, shorts bien puestos, calcetines cortos, zapatillas Converse (no las típcicas esas de los punks). Me convierto en pololo "no-metalero"; así no intimido a la gente.

Me pongo chaqueta negra, camisa roja, corbata negra, pantalones negros, calcetas tipo ejecutivo, color beige, zapatos. Soy un defensor de tesis, soy un exponente en un seminario, soy el que está al frente y sabe más que los que están sentados.

Me pongo una polera con el nombre de algún grupo y encima una camisa negra cuello mao, shorts (hechos a base de un pantalón) hilacentos, calcetas largas, las zapatillas que encuentre, muñequeras y el anillo con tu nombre. Soy yo, Álvaro Maya. No finjo querer salvar el mundo. No finjo ser "no-metalero". No finjo ser intelectual. No, soy Álvaro, aceptado como soy por amigos y por ti, Amor. Si, por ese pequeño grupo de personas...

Linda manera de empezar el año.

| domingo, 4 de enero de 2009 | 3 comentarios |

Y caí en ese letargo en el que he caído, contando esta, 3 veces en mi vida. Y mi apetito disminuye. Y la irritabilidad a flor de piel manda mi casi nula interacción social a la punta del cerro.

Tomo té, con la familia. Comentario por el exceso de mayonesa que le pongo al pan. Dejo la cagá en la mesa. Tomo mi taza, mi pan y me voy a la pieza. Y como, apenas. Como por costumbre. Me inundan las ganas de vomitar. Me acuesto a dormir, mejor, ayudado por el mejor somnífero del mundo: las lágrimas.

Son las 11.23 PM y suena el teléfono. Constesto. Era mi amigazo Francisco. Me pregunta que qué me pasa, por el tono de voz. Le digo que nada, que salgamos a algún lado, que quiero borrarme hoy. Alrededor de las 11.30 PM aparece frente a mi casa. Lo veo, lo saludo, lo abrazo, lloro. "¿Hueón, qué te pasa?". "¿Responder?", pensé. No, he aguantado mil cosas en mi vida. He silenciado y sigo vivo y cuerdo. Le digo que nada, sólo un mal día.

Dirección: Casa de Daniel (luego, claro, de dejar de llorar). Me miento a mi mismo con una mueca similar a una sonrisa. Le miento a mis amigos, mostrando mis dientes. Le miento al mundo, al decir que estoy bien (maldita coincidencia, suena el tema "Look At Me Now" de Breed 77. Más lágrimas). Y tomo, tomo hasta quedar en ese mundo ficticio, de suelo acolchado y cuerpo liviano. Tomo, como un vil cobarde, para olvidar.

Son las 6.00 AM del otro día y no me puedo quedar dormido. Si, ahora experimento desorden del sueño. Me levanto y salgo a caminar, como si caminar sin parar fuese a gastar el dolor que llevaba por dentro, como si con cada paso dejara atrás un poco de ese peso que no me dejaba respirar. No sabía donde ir, sólo sabía que no podía detenerme, ya que al hacerlo recupero mi conciencia, la sensación de ese hielo dentro de uno, de ese dolor frío. Llego a mi casa, me baño, me encierro en mi pieza y lloro. Y son las 3.27 de la madrugada de hoy domingo y por fin tengo sueño. Luego suena mi celular. "Su mensaje no fue recibido por...". 

Son las 9 y algo de hoy y lo único que tengo en la cabeza es la cagada. Pesco el bajo y toco, como si la melodía fuera a borrar mi mente. Almuerzo, vomito, me acuesto a esperar. Eso si, no se que mierda espero. Por mientras lloro.