Se derrumba.

| miércoles, 3 de agosto de 2011 | 1 comentarios |

Este último tiempo ha sido una especie de asesinato de buenos recuerdos. Mi visión actual de mi ser se ha ido constantemente a la mierda debido a hechos que me hacen poner los pies en la tierra y decirme "oye, pendejo de mierda, ya no tienes 18 años". Es espeluznante ver como el tiempo se escapa, rozándote los brazos y la cara. Da miedo ver que uno quiere retener la arena con una criba y, obviamente, nada queda. Lo peor de todo es la parte en que uno recuerda cosas y llega otro ser y, de un golpe, te hace caer a velocidad de crucero y chocar contra el pavimento.

Pensaba en lo que dijo una vez la Romi, cuando asintió que nuestra generación murió el 2005. Cuánta razón tendré. Nada nuevo después de ese año, nada del otro mundo, sólo la repetición o innovación de algo existente. Posterior al 2005 todo es embarazos y casorios. Posterior al 2005 todo es camisas, corbatas y pantalones a la cintura. Creo que la nostalgia se basa en darse cuenta que ya se dejó atrás toda una etapa de la vida en la cual se aplanaba calle sin razón y se podía caminar sin preocupaciones. Posterior a eso viene la plata, el compromiso social, el disimular la misantropía, en venderle a la gente una imagen en colores que es, a fin de cuentas, una fotocopia con líneas de crayones y, como no, el acostumbrase a que simplemente algún día tendrás que abrirte con una persona y mostrarle todo tu interior, podrido y todo.

Que pena: una época se fue. Hoy se casan amigas, ex parejas y conocidas paren de sus entrañas descendencia, mis amigos se cortan el pelo y dejan el alcohol, la gente se hace vieja y se entra más temprano. Las amistades se amarran a sus parejas y desaparecen. Justo hoy no necesito mantras ni cruces, sólo que esa imagen pasada no arda al momento de verla.