El lucrativo negocio de las lágrimas.

| lunes, 5 de septiembre de 2011 | 2 comentarios |

Creo que el apelativo que más se ha repetido este último tiempo para identificarme es insensible. En cierto modo puede que sí: con el tiempo me he convertido en un zombie anemocional gracias a un sinfín de cosas que he visto, vivido y hecho. Puede ser que estoy tan narcotizado en lo concreto, en lo tangible y en lo calculable que he dejado de lado de lado ese "lastre" que a veces te hace ir más rápido cuando no conviene o atrasarse cuando el tiempo es corto. Sí, soy lo bastante insensible como para el común de la gente. Sí, soy insensible y festejo la desgracia ajena. Sí, no lloro por famosos muertos ni sus familias destruidas; de hacerlo debo ser consecuente y deshidratarme con las tragedias que se viven día a día en el mundo: conflictos religiosos que cobran víctimas inocentes, guerras por poder y territorio como pasa en Gaza, abuso de poder aplicado a pueblos originarios en la Amazonia por parte de compañías multinacionales, maltrato por parte de las fuerzas armadas a comuneros mapuches y, cómo no olvidar, la muerte a a manos de un carabinero de un menor de 16 años. ¿Tanta desgracia en el mundo y debemos llorar por 21 muertos? Siendo realistas el rescate de cuerpos y la rápida movilización de milicos se debe a la presencia de 2 rostros televisivos entre las víctimas. Si las fuerzas armadas hubieran movido el culos de igual forma post terremoto la historia en la isla hubiera sido distinta.

¿Qué hace que este accidente aéreo se convierta en "tragedia nacional"? Los medios. Es la TV que transforma un accidente en negocio. Da asco ver como se reúnen rostros, ponen música para hacer llorar viejas culiadas (incluyo a mi abuela materna) y luego tiran la oferta de parrilla a $7.990.  Una "tragedia" que le rompe el corazón hipócrita a todo Chile, ese país donde día a día los trabajadores son violados por sus empleadores, donde no conviene estudiar porque vas a terminar endeudado el resto de tus días y donde prima los intereses de pocos por sobre el bien del pueblo. Como dije por ahí y parafraseando un poco a NdNo, en la caja del ocio el llanto es negocio.