Ojos inertes.

| lunes, 21 de junio de 2010 | 1 comentarios |
Me decías- a escondidas de tu pequeño hijo- que extrañabas mis ojos inertes. Me decías que siempre te gustó lo prohibido, lo profano, que te llamaba la atención mi mirada perdida, mis ojeras perennes, el cambio de color de mis ojos. Tratabas de conquistarme, tratabas de sentirte bien luego de una ruptura amorosa, de una vida llena de tipos de mierda. No sabía cómo despegarme de tu presencia, de decirte de buena manera "loca, acá no hay mano". Mientras hablabas yo hacía memoria de cuántas personas me habían dicho que mi mirada asusta, no por la maldad que podría exponer, sino porque simplemente, según todos los demás, mis ojos no expresan nada. Alguna vez, más de alguien, me han dicho "andas como triste/feliz", mas nunca "tienes la mirada triste/feliz". Me veo al espejo, luego de que casi todo el sector donde vivo me ha dicho "ojos de muerto" (inclusive la Flo).

Sigues parlando y moviéndome la cola. Te miro y me dices "ay, me encantan tus ojos oscuros... acércate para verlos mejor". Y, en un ataque de rabia controlada, de vergüenza ajena, te digo "no, loca, no me tiro minas despechadas ni menos con hijos".

A veces me llama al celular para pedirme favores estúpidos, a altas horas de la noche, a pesar de que ya se reconcilió con su marido (con el cual espera otro hijo). Generalmente le respondo con un "oye, ahue'oná, ¿Cachai la hora que es?". Me corta con un cínico "chao, ojos de muerto".

Días.

| sábado, 5 de junio de 2010 | 0 comentarios |
Hay días en los que despierto con ganas de tomarte por el cuello y golpearte con fuerza, para luego meterte un cuchillo en el ojo y quemarte los genitales, mientras gritas de dolor, suplicando la muerte... y hay otros días donde quiero tomar café.