San Sebastián.

| domingo, 31 de enero de 2010 | 0 comentarios |
Es increíble como el tiempo pasa: estamos más grandes, más adultos (aunque, siendo sincero, somos una masa de quinceañeros no asumidos), con más plata y más "poco sanos". Ya no soy el niño de 16 años de la primera vez. Ya no viajamos en bus. Tengo 23 años y viajé en auto, con los mismos que vamos, año tras año, a cierto lugar del litoral central.

El tiempo pasa, las amistades perduran (y la ridiculez de un grupo conformado por amigos de toda una vida también).

Excelente.

| martes, 26 de enero de 2010 | 0 comentarios |
Juego airsoft el domingo y no bajo a nadie, pero lo pasé bien. No te veo hoy, pero tengo el consuelo de que miércoles y jueves serán días nuestros. Los fines de semana junto con mis amigos son del recuerdo. Me tatuaron gratis y a mi vieja le gustó. Mi abuela me financiará un chaleco táctico. Mi tata tiene pega. Mi viejo admitió sus defectos. Estoy a punto de tener un iPod Touch.

Después de un hígado graso vienen los premios... jajajajajaja.

Ecología Celestial

| jueves, 21 de enero de 2010 | 0 comentarios |
Y, viendo que la nueva creación de Dios era desechable, el Diablo le increpa. La respuesta fue "no importa, los hago biodegradables".

Y.

| martes, 19 de enero de 2010 | 3 comentarios |
Y la gente salía a festejar.
Y los rubiecitos y rubiecitas bajaron de sus casitas ubicadas en los sectores altos de la capital (y se perdieron los muy hijitos de puta... jajajajajajaja).
Y señoras con piezas dentales faltantes gritaban "viene el cambio, viene el cambio".
Y la gente festejaba con la foto del candidato ganador en una mano y con la de cierto general asesino en la otra.
Y la gente confía en que un empresario se preocupará del pueblo.
Y nosotros tan sólo tenemos puños e ideas.

Eso no es na' (o "De lo que nos pasó en Cartagena el 2005").

| sábado, 16 de enero de 2010 | 1 comentarios |
Me dijiste que habías llegado mariadísima a la casa, luego de esa fiesta que se realiza en Cartagena todos los años en la USACH. Te miré y te dije "¡Sh! eso no es na': yo llegué pololeando". Tu risa no se hizo esperar. Y la mía tampoco.

Tarot.

| jueves, 7 de enero de 2010 | 3 comentarios |
Y ahí estaba ella, sentaba frente al cadáver, con un conocidísimo fusil ruso en sus manos y las cartas de un naipe inglés repartidas por la pieza. Fue llevada a la sala de interrogación para preguntarle el móvil de tan macabro crimen. Mientras decía que escuchaba voces que le decía que consultara el naipe, sacó cuantro cartas de su bolsillo y se los mostró a los detectives: un as, un rey, un 4 y un 7...

Cambiaste.

| martes, 5 de enero de 2010 | 0 comentarios |
Te conocí cuando cursaba sexto básico. Tu eras una testigo de Jehová estereotípica y yo un ateo recalcitrante. En ese tiempo peleábamos por todo y, para variar, el curso entero te molestaba.
Pasa el tiempo. Actualmente tienes un hijo de 5 años y 2 matrimonios a cuestas. Insultas más que yo cuando me enojo, siendo que antes ni el típico "hoyudo" hacías.

Te pregunté por tu Dios y la respuesta me sorprendió: "por ahí debe andar".

El sueño.

| sábado, 2 de enero de 2010 | 1 comentarios |

Cada cierto tiempo lo recordaba. El sueño era simple: tenía alrededor de 7 años y junto a a un grupo de niños salíamos del pasaje donde vivíamos, miarábamos hacia una plaza que está cerca de mi casa y veíamos un cuerpo gigante volando, de aspecto sólido, con luces de colores. El Nino, para variar, gritó "mira, un platillo volador". No recuerdo como terminaba, pero de alguna manera el objeto en cuestión desaparecía. Un simple sueño, hasta que...

Año nuevo 2010, en la casa de la Karen. Como en todo carrete que se digne a llamarse carrete, se terminó hablando de cosas paranormales. Abuelos penando, entidades que hablaban al oído y la típica historia de los duendes que vio el papá de la Jose. De pronto el tema se pone ufológico y, al mismo tiempo, la Karen y la Jose dicen "oye, ¿te acordai del ovni gigante que vimos acá en la plaza?". Contaron que era de colores, que estaba sobre sus cabezas y que de alguna extraña manera desapareció. Dijeron que cuando lo vieron salieron corriendo (ellas 2 y otra niña, la Tamara). Las 3 cosas que me sorprendieron fueron que, en primer lugar, en ese tiempo no las conocía, las edades de ellas son coherentes con la mía en el sueño y... a nadie nunca le había contado sobre esto.

Mierda, tuve un encuentro cercano del tercer tipo y recién este año vine a saber...