Tarot.

| jueves, 7 de enero de 2010 | |
Y ahí estaba ella, sentaba frente al cadáver, con un conocidísimo fusil ruso en sus manos y las cartas de un naipe inglés repartidas por la pieza. Fue llevada a la sala de interrogación para preguntarle el móvil de tan macabro crimen. Mientras decía que escuchaba voces que le decía que consultara el naipe, sacó cuantro cartas de su bolsillo y se los mostró a los detectives: un as, un rey, un 4 y un 7...