El sueño.
Cada cierto tiempo lo recordaba. El sueño era simple: tenía alrededor de 7 años y junto a a un grupo de niños salíamos del pasaje donde vivíamos, miarábamos hacia una plaza que está cerca de mi casa y veíamos un cuerpo gigante volando, de aspecto sólido, con luces de colores. El Nino, para variar, gritó "mira, un platillo volador". No recuerdo como terminaba, pero de alguna manera el objeto en cuestión desaparecía. Un simple sueño, hasta que...
Año nuevo 2010, en la casa de la Karen. Como en todo carrete que se digne a llamarse carrete, se terminó hablando de cosas paranormales. Abuelos penando, entidades que hablaban al oído y la típica historia de los duendes que vio el papá de la Jose. De pronto el tema se pone ufológico y, al mismo tiempo, la Karen y la Jose dicen "oye, ¿te acordai del ovni gigante que vimos acá en la plaza?". Contaron que era de colores, que estaba sobre sus cabezas y que de alguna extraña manera desapareció. Dijeron que cuando lo vieron salieron corriendo (ellas 2 y otra niña, la Tamara). Las 3 cosas que me sorprendieron fueron que, en primer lugar, en ese tiempo no las conocía, las edades de ellas son coherentes con la mía en el sueño y... a nadie nunca le había contado sobre esto.
Mierda, tuve un encuentro cercano del tercer tipo y recién este año vine a saber...
1 comentarios:
4 de enero de 2010, 9:18
conchetumare D:
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