Filo, como dije antes, cuando existe ruptura, lo que viene es mejor. Y yo, personalmente, no me quejo. Me voy. Esperan a mi lado, con sus ojos hermosos.
Tu le das más importancia...
Íbamos de la mano, en el Metro, luego de otro día juntos, de cine y de la picada, donde no he llevado a ningún ser. Conversábamos de cosas de pareja, hasta que salta tu pregunta: "¿volverías con ella?". La respuesta fue instantanea, pero en mi cabeza pareció una infinidad. Recordé lo vivido con ella, sus días felices y narcotizados. Y extrañamente, cuando se repasa la relación si estar embobado por el "amor", la cosa se ve distinta. Se ve el manejo. Sí, la mina es inteligente y calculadora, como mi madre. Y no quiero 2 Vivianas en mi vida. No quiero ser parte de un proyecto, quiero MI propio proyecto de vida. La respuesta es un rotundo no. No, no quiero una relación llena de prohibiciones. No quiero malos ratos. Momo sigue encuestándome. Me pregunta si es que ella me dijera que ha cambiado. Mano al mentón (cualidad Maya al momento de pensar). en mi cabeza suena la frase "ella cambió". "No, Momo, ni cagando", respondo, luego de una meditación un tanto metafísica. Un beso y seguimos abrazados, mientras sigo pensando. Increiblemente, aunque suene frío, la Andrea ya fue. Sí, fueron como 2 años de pololeo, pero finalemente uno termina recordando todo lo malo de la relación (que no es poco y, además, fue por ambos lados... increíble, pero trato de ser objetivo). Igual trato de recordar lo bueno de cuando estábamos juntos y a veces sale algo pelacable. Creo que fue decisivo el viaje al sur. Fue en esa travesía en donde me di cuenta de que no podíamos seguir adelante juntos. Sentía ese rechazo a estar juntos, pero de forma consciente trataba de de guardarlo, de mentirme, de decirme "no, hue'ón, si podí". Luego recordé un episodio anterior. Una vez, con mi abuela, en el médico, y una señora hablando conmigo. Me preguntó si pololeaba y le respondí de forma afirmativa. Me preguntó si era la mujer de mi vida. Mi respuesta, algo coprolálica, fue "ni cagando". No obedecí a mi subconsciente hasta que era tarde. Hubiese sido antes la ruptura y ahora, creo, no hubiese sido tan violenta.
1 comentarios:
25 de julio de 2009, 21:37
La importancia está en la forma o perspectiva, en la cual se mire la situación.
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