A mi "amigo" William Luna.

| sábado, 29 de noviembre de 2008 | 0 comentarios |
Te conocí en primero medio. No nos separamos nunca hasta que salimos del Alessandri. Éramos uña y mugre, junto al Chico y al Lucho. Éramos "los 4 del hueveo", el pilar de un grupo más grande de huevones. Siempre confiamos el uno en el otro. Siempre manteníamos esas ganas de vernos, de estar juntos, de vacilar un vinito en caja o una chela. Te fuiste al sur a estudiar y siempre esperábamos vernos. Nos llamabas pa' decirnos cuando llegabas y nosotros nos organizábamos pa' ir a verte. La pregunta, mierda es la siguiente: ¿Cuándo mierda llegaste a ser tan maricón de mandar a la mierda una amistad de AÑOS, conchetumare, AÑOS, a cambio de un par de tetas que viste a los más 10 veces en toda tu vida?
Si, te vendiste, como te lo he dicho cada día que me hablas. Porque confiaste en ella y no en mi. Porque al momento del quiebre te cuadraste con ella (el Lucho tambien fue parasitado por ella, pero se mantuvo imparcial siempre). Willy, amigo, locos que me conocen de menos tiempo tuvieron una actitud menos... no se cómo llamarla... ¿maricona?... si, llamémosla así. Te caíste, Luna, te caíste. Y feo, poh, ni siquiera una cagá chica. No, poh: cuando estaba yo mal ni pío dijiste. Cuando ella llegó a llorarte (y si, les lloró a todos y cada uno de los que conozco) fuiste y le dijiste "ah, que es maricón el Maya". Hue'ón, una mina va y viene, loco. Que te traicione una mierda duele. Que te traicione un amigo es conchesumadremente más doloroso. Te pasaste por el ano toda una amistad, toda una complicidad construida durante mucho tiempo.

Hasta siempre amigo.

Abrazos.

Bájale la espuma a tu chocolate (¿o no, mejor?)

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Vamos a cumplir un mes juntos, Amor, y cada día avanzamos de una forma esterpitosamente rápida. Si, me dió miedo sentir esas cosas que sentí al principio, pues, para mi, era muy encima, casi irreal pa' lo que llevábamos. Filo, dije para mi mismo, sigamos adelante, sigamos sintiendo esa sensación, dificl de explicar. Y seguimos. Y la sensación se escapa, se descontola, escapa de las manos. Nuevamente un poco de miedo, debido a que mi racionalidad se ha ido a la cresta hasta cierto punto.
¿Pero sabes que, Amor? Sigamos este ritmo, que nos frena dada las circunstancias, por la sencilla razón de que te llena de esas cosquillas en la guata.
Te amo, Pandy, y quiero seguir a esta velocidad... y si aumenta, bueno, a mejorar los reflejos pa' no chocar.

¡DAJA!

| miércoles, 26 de noviembre de 2008 | 1 comentarios |

Como todos los días, me llegan sorpresas desde tu lado, maldita. Aparece el Victor y me dice "¿así que te vino a buscar tu mina, Malo?". Mi cara de "qué te importa" se hizo notar. Le pregunté como supo y la respuesta fue más que obvia: pelambre de "las chiquillas". Calmé mi cólera. Me pregunté hasta cuándo vas a seguir con "tu verdad" y no contarás la verdad completa. Rabia, si rabia, eso es lo que siento. Si, ya no te amo. Te odio, mierda, con todo mi ser. Todo ápice de cariño que sentía hacia ti desapareció desde el momento en que mostraste tu verdadera cara. La manipulación era la punta del iceberg. Descubrí que los genes "Guevaras" son bien fuertes en ti. Desde llamadas telefónicas a MIS amigos (si, hue'ona psicópata, deja de llamar a MIS amigos), mails a mi familia (PSICÓPATA), uno que otro ataque, persecución en la calle, negación de verdad ( decirle a TODO EL MUNDO "no le puse el gorro" es cara-de-rajismo puro), por nombrar algo.
Filo, tengo amigos de verdad (si, mierda, amigos, no esas huevás que tenía en la U) y gente con la que puedo pasar un buen rato en la U. Y eso hice. Estudié y listo. Llegó al hora de la prueba y traté te responder lo máximo de materia. Llego a la parte de ejercicios y los hago, sin problema. Fin, termino la prueba. Y te miro a ti y veo tu cara de "¿cómo mierda se hace?". Mis músculos faciales actuaron de forma positiva en los extemos de mi boca. Sonreí, victorioso, de una lucha ganada de forma silenciosa. entrgué la prueba y me fui. Apenas cerré la puerta dije esa palabra que conoces... espero que la oyeras...

DAAAAAAAJAA!

Por extraña razón mi sonrisa no se extinguía. Es más, se vió maximizada luego, pero en esta columna tan llena de miasma no nombraré el motivo, pues no quiero que se manche de tu mierda y tus trancas.

Visión científica del amor.

| sábado, 15 de noviembre de 2008 | 3 comentarios |

Los poetas nos han deleitado cantando al más maravilloso de los sentimientos desde todos los ángulos y con infinitos matices, pero los químicos también tenemos cosas que decir al respecto, quizás menos seductoras pero no por ello menos importantes.

La química del amor es una expresión acertada. En la cascada de reacciones emocionales hay electricidad (descargas neuronales) y hay química (hormonas y otras sustancias que participan). Ellas son las que hacen que una pasión amorosa descontrole nuestra vida y ellas son las que explican buena parte de los signos del enamoramiento.

Cuando encontramos a la persona deseada se dispara la señal de alarma, nuestro organismo entra entonces en ebullición. A través del sistema nervioso el hipotálamo envía mensajes a las diferentes glándulas del cuerpo ordenando a las glándulas suprarrenales que aumenten inmediatamente la producción de adrenalina y noradrenalina (neurotransmisores que comunican entre sí a las células nerviosas).

Sus efectos se hacen notar al instante:

  • El corazón late más deprisa (130 pulsaciones por minuto).
  • La presión arterial sistólica (lo que conocemos como máxima) sube.
  • Se liberan grasas y azúcares para aumentar la capacidad muscular.
  • Se generan más glóbulos rojos a fin de mejorar el transporte de oxígeno por la corriente sanguínea.

Los síntomas del enamoramiento que muchas personas hemos percibido alguna vez, si hemos sido afortunados, son el resultado de complejas reacciones químicas del organismo que nos hacen a todos sentir aproximadamente lo mismo, aunque a nuestro amor lo sintamos como único en el mundo.

No hay duda: el amor es una enfermedad. Tiene su propio rosario de pensamientos obsesivos y su propio ámbito de acción. Si en la cirrosis es el hígado, los padecimientos y goces del amor se esconden, irónicamente, en esa ingente telaraña de nudos y filamentos que llamamos sistema nervioso autónomo. En ese sistema, todo es impulso y oleaje químico. Aquí se asientan el miedo, el orgullo, los celos, el ardor y, por supuesto, el enamoramiento. A través de nervios microscópicos, los impulsos se transmiten a todos los capilares, folículos pilosos y glándulas sudoríparas del cuerpo. El suave músculo intestinal, las glándulas lacrimales, la vejiga y los genitales, el organismo entero está sometido al bombardeo que parte de este arco vibrante de nudos y cuerdas. Las órdenes se suceden a velocidades de vértigo: ¡constricción!, ¡dilatación!, ¡secreción!, ¡erección! Todo es urgente, efervescente, impelente... Aquí no manda el intelecto ni la fuerza de voluntad. Es el reino del siento-luego-existo, de la carne, las atracciones y repulsiones primarias... el territorio donde la razón es una intrusa.

El verdadero enamoramiento parece ser que sobreviene cuando se produce en el cerebro la FENILETILAMINA, compuesto orgánico de la familia de las anfetaminas. Al inundarse el cerebro de esta sustancia, éste responde mediante la secreción de dopamina (neurotransmisor responsable de los mecanismos de refuerzo del cerebro, es decir, de la capacidad de desear algo y de repetir un comportamiento que proporciona placer), norepinefrina y oxiticina (además de estimular las contracciones uterinas para el parto y hacer brotar la leche, parece ser además un mensajero químico del deseo sexual), y comienza el trabajo de los neurotransmisores que dan lugar a los arrebatos sentimentales, en síntesis: se está enamorado. Estos compuestos combinados hacen que los enamorados puedan permanecer horas haciendo el amor y noches enteras conversando, sin sensación alguna de cansancio o sueño.

El affair de la feniletilamina con el amor se inició con la teoría propuesta por los médicos Donald F. Klein y Michael Lebowitz del Instituto Psiquiátrico de Nueva York, que sugirieron que el cerebro de una persona enamorada contenía grandes cantidades de feniletilamina y que sería la responsable de las sensaciones y modificaciones fisiológicas que experimentamos cuando estamos enamorados.

Sospecharon de su existencia mientras realizaban un estudio con pacientes aquejados "de mal de amor", una depresión psíquica causada por una desilusión amorosa. Les llamó la atención la compulsiva tendencia de estas personas a devorar grandes cantidades de chocolate, un alimento especialmente rico en feniletilamina por lo que dedujeron que su adicción debía ser una especie de automedicación para combatir el síndrome de abstinencia causado por la falta de esa sustancia. Según su hipótesis el, por ellos llamado, centro de placer del cerebro comienza a producir feniletilamina a gran escala y así es como perdemos la cabeza, vemos el mundo de color de rosa y nos sentimos flotando.

Su actividad perdura de 2 a 3 años, incluso a veces más, pero al final la atracción bioquímica decae. La fase de atracción no dura para siempre. La pareja, entonces, se encuentra ante una dicotomía: separarse o habituarse a manifestaciones más tibias de amor -compañerismo, afecto y tolerancia.

Con el tiempo el organismo se va haciendo resistente a los efectos de estas sustancias y toda la locura de la pasión se desvanece gradualmente, la fase de atracción no dura para siempre y comienza entonces una segunda fase que podemos denominar de pertenencia dando paso a un amor más sosegado. Se trata de un sentimiento de seguridad, comodidad y paz. Dicho estado está asociado a otra DUCHA QUÍMICA. En este caso son las endorfinas -compuestos químicos naturales de estructura similar a la de la morfina y otros opiáceos- los que confieren la sensación común de seguridad comenzando una nueva etapa, la del apego. Por ello se sufre tanto al perder al ser querido, dejamos de recibir la dosis diaria de narcóticos.

Para conservar la pareja es necesario buscar mecanismos socioculturales (grata convivencia, costumbre, intereses mutuos, etc.), hemos de luchar por que el proceso deje de ser solo químico. Si no se han establecido ligazones de intereses comunes y empatía, la pareja, tras la bajada de FEA, se sentirá cada vez menos enamorada y por ahí llegará la insatisfacción, la frustración, separación e incluso el odio.

Parece que tienen mayor poder estimulante los sentimientos y las emociones que las simples substancias por sí mismas, aquellos sí que pueden activar la alquimia y no al sentido contrario.

Un estudio alemán ha analizado las consecuencias del beso matutino, ése que se dan los cónyuges al despedirse cuando se van a trabajar. Los hombres que besan a sus esposas por la mañana pierden menos días de trabajo por enfermedad, tienen menos accidentes de tráfico, ganan de un 20% a un 30% más y viven unos ¡cinco años más! Para Arthur Sazbo, uno de los científicos autores del estudio, la explicación es sencilla: "Los que salen de casa dando un beso empiezan el día con una actitud más positiva".

Es cierto, no podemos negarlo, es un hecho científico que existe una química interna que se relaciona con nuestras emociones y sentimientos, con nuestro comportamiento, ya que hasta el más sublime está conectado a la producción de alguna hormona.

No hay una causa y un efecto en la conducta sexual, sino eventos físicos, químicos, psíquicos, afectivos y comunicacionales que se conectan de algún modo, que interactúan y se afectan unos a otros.

Existe, sí, una alquimia sexual, pero se relaciona íntimamente con los significados que le damos a los estímulos, y éstos con el poder que les ha concedido una cultura que, a su vez, serán interpretados por cada uno que los vive de acuerdo con sus recursos personales y su historia. Esperemos que estos estudios en un futuro nos conduzcan a descubrir aplicaciones farmacológicas para aliviar las penas de amor.




PD: Nunca le digan a su pareja, luego de... de "eso"... que han tenido una sensación sumamente agradable producto del aumento de testosterona y la disminución consiguiente de serotonina...

Pausa

| jueves, 13 de noviembre de 2008 | 1 comentarios |
Semana de stress. Semana de pruebas, trabajos y malas caras. Llega el día miércoles y algo me mantiene feliz, prendido, a full. Si, saber que te voy a ver me hace bien, me pone como perro que espera a su amo. Pero la cita era en la tarde y recien eran las 1 pm. Tomé el Metro y salí a comprar la entrada. Cerrado. Ah, filo, camino a la feria de Carmen y te compro unos aros (filo, son 3... por lo menos uno que te guste). Me devuelvo y pienso en la sed gigante que me embarga. Llamo a mi buena amiga Kathia, que me da consejos, que hace que me relaje. Nos juntamos y disfrutamos un jugo de naranja mientras, afuera, los funcionarios público piden lo que merecen. Tienes que ir a trabajar, asíq eu te voy a dejar a la pega. Son las 2 pm y me queda mucho rato antes de entrar a esa charla en la U. Me voy, mejor.
Son las 2.15 y me encuentro echado en el pasto. Tengo nervio, se viene la presentación y, de verdad, quiero participar, pero no quedar de idiota. Son las 3.30 pm y comienza la charla. Avanza, para, prgunto, prgunan, pregunto... en fin, preguntas y preguntas y la hora de salir de ese lugar estaba cerca. Por fin, cronometradamente, se termina y yo corro. Si, corro al Metro. Y llego al destino y te espero. Llegas... y la pausa de mi día agotar, de mi semana de mierda, comienza.
Caminamos, nos besamos, seguimos caminando y más besos. Me abrazas, te abrazo... el tiempo no existe; parecen días. Llegamos a nuestro destino: es pasto con brisa marina (jajajajaja). Te ries. Eses es un rasgo característico tuyo: la sonrisa a flor de piel. Bueno, me desvié, pero es bonito recordar eso de ti.
Ya, ya, sigamos...
Nos sentamos y te sacas las sandalias. Me impulsas a que haga lo mismo (bueno, claro, las zapatillas). Lo hago... y se siente raro. Me acuesto y tu apoyas la cabeza sobre mi pecho. Conversamos, callamos... y besos. 
Miramos las hojas, mientras las gotas de agua hidratan tu piel, tu piel suave, tu piel impregnada con ese aroma a flores (y no me da alergia). Ya, ya, es mucha el agua, así que nos vamos. Más agua bebemos, más besos, más abrazos... hasta que te tomo en brazos y nos lanzamosa otro pasto. Besos, abrazos, cariño. Nos paramos y vamos a Bustamante.
Llegamos a Bustamante (ay, Bustamante) y seguimos dirección Bellavista de la Florida. Más besos, más abrazos. Comemos... Más besos y más abrazos. Te voy a dejar... último beso del día, último abrazo del día...
Fin de la pausa. Fin de la yransformación de los segundos en años.
Llego a mi casa y sigue todo como antes: una mierda. Me siento al PC y apareces. Me dices esas palabras que tanto me gustan leer y escribir... y comienzo a flotar, como en la tarde, sin zapatillas, a tu lado.

Con respecto a lo de hoy

| domingo, 9 de noviembre de 2008 | 1 comentarios |

Si, te dije sobre un tema. Bueno, ahí va:

KoRn - I Will Protect You

Whatcha gonna do
Whatcha gonna feel
When suddenly I slip away?

Almost am a ghost
Of who I used to be
Yesterday

How you gonna touch
And how will you collect
The beauty when it turns to dust?

Everything we make
The cells we generate
Out both of us

Please be aware that I am you!
Nothing could be more certain!
This ain't the time the place for us
To understand this life!

Hold you in my arms
And Hold you in my gaze
Singing with my dying breath

Underneath this earth
A resurrected soul
And nothing Less

Sorry for this space
If I could feel a void
An ocean wouldn't hold my love

And everything I have
And all I ever was
Is not enough

Please be aware that I am you!
Nothing could be more certain!
This ain't the time the place for us
To understand this life!

(I will protect you)

Please be aware that I am you!
Nothing could be more certain!
This ain't the time the place for us
To understand this life!

This ain't the time! This ain't the place!
This ain't the time! This ain't the place!
This ain't the time! This ain't the place!
This ain't the time! This ain't the place!

This ain't the time! This ain't the place...!
This ain't the time! This ain't the place...!
This ain't the time! This ain't the place...!

I will protect you
I will protect you
I will protect you
I will protect you

Primera impresión

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Desperté a las 9.25 AM. Si, increible, para alguien que estuvo en el cumpleaños de su amiga hasta las 3 aproximadamente. Despeté con esa sensación de pánico. Si, pánico; no miedo, PÁNICO. Conforme avanzaba el tiempo seguía aumentando este estado. Me tranquilizaban, me daban consejos, pero, por sobre todo, me decian "ordénate, súbete los pantalones". Llega la hora, la hora de salir, de enfrentar los miedos. Camino, confiado, pues se que no hay nada que temer. Llego a la estación de Metro. Te espero. Salimos, compramos. Tomamos el bus. Se acerca el destino. Mi corazón palpita, casi como si fuera a vibrar de manera supersónica. Me dice "ya, toca el timbre". Exploto en pánico. Me bajo y la ayudo a bajar. Hiperventilo. Dice que me quede tranquilo, que no me preocupe. Le digo que si, que estoy tranquilo. Gran mentira, pues los espasmos son muchos y aumentan a medida que nos acercamos al lugar. Se para frente a la reja. Saca las llaves y abre. Pasamos. Abre la puerta. Exploto, pero lo hago de tal forma que no se note. Saludos y me invitan a tomar asiento. Conversamos, conversamos, me dicen cosas, les digo cosas. Mi mano tiembla. Tomas mi mano y me calmo.
Con el pasar del tiempo, ya más en confizana, me sacas de tu casa. Caminamos, salimos, nos aislamos. Vamos al cementerio, lugar tranquilo, lugar fresco. Abrazos, besos y promesas, de esas que te llenan, de esas que te dejan el corazón saltando.
Volvemos a tu casa, pues te tienes que ir a la práctica. Te cambias de ropa y yo, junto a tu papá, observamos los pájaros en las plantas de tu casa. Me muestra tus animales. Volvemos a la casa, a tomar once. Conversamos nuevamente hasta que estás lista para irte. Nos despedimos y nos vamos. Te dejo en el trabajo. Me vengo a mi casa.
Si, tus padres tienen una impresión de mi, es lo más seguro. No soy (o, modestamente, no me considero) yerno modelo. Pero sobre sus decisiones no puedo influir. Fui yo, no mostré una máscara. Fui desarmado... y yo tambien tuve una primera impresión.
Comunidad que, a pesar de colindar con la conocidísima comuna de Punte Alto (Muerte Asalto para muchos), es extremadamente tranquila. Pero tienen miedo. Miedo a que esa comunidad, sucia y vil, arruine tu vida. Y si, obviamente debe darles miedo. Y si, como dije en la mesa, estoy para protegerte...

La curiosidad mató al gato.

| sábado, 8 de noviembre de 2008 | 1 comentarios |

Hoy, en mi afán de saber, de conocer, de entender y creer, me puse a leer. Habían cosas que no quería saber, cosas que se contraponen a lo sentido hace poco. Palabras que no concuerdan con un día pleno. Lo siento, pero prefiero exponer las cosas acá, bajar las revoluciones y hacer de mañana otro día, como lo hice hoy, claro, hasta leer lo que no debía.
Ayer me pasó lo mismo. Ayer tenía sed de saber y eso, la desesperación, acto por lo demás bastante poco neuronal, me jugó una mala pasada.
Creo que no aprendo nunca, pues saber del pasado hace mal, siempre.

Adios, gente, me voy a borrar un rato

Reflexión de día miércoles, mientras hago un informe.

| miércoles, 5 de noviembre de 2008 | 0 comentarios |
La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. 
¿Entonces para qué sirve la utopía?
Para eso, sirve para caminar.

Licenciado en Química... ¿Por qué?

| martes, 4 de noviembre de 2008 | 2 comentarios |

Me crié en una familia netamente humanista: mamá tipo "Illapu" y papá tipo "La Polla Records". Me crié escuchando historia de Chile y el mundo, me crié escuchando el alemán de mi tía (profesora de alemán) y las teorías sobre la mente humana de la Carola (mi otra tía). Del mundo aquí, del mundo allá. De días de lecturas, de fábulas politiqueras, de buscar palabras nuevas en el diccionario. Si, todo esto a la temprana edad de 4 años.
Si, estuvo sobrecargada al humanismo, a lo abstracto, a lo "puede ser". Pero no negaré los libros de astronomía, los libros del espacio, los libros de biología y de química que sesudamente leía mientras los de mi edad jugaban en la calle. Creo que me quisieron hacer una especie de "camaleón".
Pero algo les salió mal.
A la edad de 14 años tenía claro lo mio: las ciencias. Y en mi casa me aplaudieron. Y mis padres me miraron como un hombre grande. "Alvarito será un científico" dijo una vez mi abuelo paterno. Luego los estudios, luego la especialización, la cuel era la biología. Si, biología, leyó bien, lector querido. Pero algo me llamaba la atención de la qiímica. ¿Acaso serían los cambios físocos vistos en el laboratorio? No se, pero me gustaba abrir animales tambien. Pero era más entretenido cristalizar, hacer cosas que explotaran, hacer bolsas plásticas. Pero seguí empeñado en ser médico, sin importar que me importa UNA MIERDA la vida de las demás personas.
Y llegó el día de la PSU y la específica de biología. No, lo tengo decidido: daré la específica de química y si, quiero una carrera donde esté involucrada esta carrera. Y mandé al coño la beca de Cuba pa' estudiar medicina. Y mi viejo puso un grito en el cielo. Y, según él, fui un huevón. Filo, era, el camino ya era tomado.
Luego vino el puntaje, las elecciones y, nuevamente, fui subestimado por mis padres. Que con ese tipo de elección no iba a quedar en ningun lado, que terminaría volviéndome loco y un sinfin de disparates de padres y personas a las que su capacidad neuronal las tiene donde estan. Y quedé en la Chile, pero su química es penca. Y me voy a la USACH, por varios motivos.
Y la carrera me apaciona. Me gusta saber por qué suseden las cosas. Por que el invierno queda la escoba con el material particulado en el aire. Por qué el alcohol no se puede conseguir en 100%. Me gusta saber de qué está hecho todo. Me gusta saber que en un futuro no muy lejano se podrá sintetizar personas y, con ese solo hecho, con esa sola posibilidad (que, claro, se tendrá la tecnología pero no se hará por razones éticas) se manda a la mierda una creencia tan tonta como Dios.
Si, me gusta ser químico porque soy como Dios. Porque con lo que hago te doy satisfacción, comodidad y, por sobre todo, te hago avanzar en todo plano, tanto científico como humano...

PD: Me da rabia esa tonta excusa de "soy humanista, no me preguntes de matemáticas" o "soy científico, no juzques mi ortografía". Señores, soy científico, pero no un enclaustrado en mi rama superior. Escribo, leo y dibujo... y eso que soy científico...

Equilibrio del diario vivir.

| sábado, 1 de noviembre de 2008 | 0 comentarios |

Una vez escuché de tu boca decir "no me quiero reir tanto, pues luego voy a llorar". Nunca le di importancia, hasta que, en un acto de iluminación, vi la verdad: todo acto tiene un "contra-acto". Y si, pueden pasar horas para que el día cambie o, en el mejor de los casos, meses.
Este último tiempo ha sido un tanto tortuoso, tanto para mi como para otras personas. Desde problemas sentimentales hasta el acoso por parte de varias personas (ojalá fuera un acto de paranoia mia, pero no es así). Terminé lo que es el trtamiento, pero, no se, tengo esa extraña sensación de que no sirvió para nada. Ando sin ánimos, me quedo dormido, ando irritable. ¿Depresión? No, ni cagando, solo un desgano digno de una caída, como el miedo a pelear de un boxeador el cual es "pushingball" de su contrincante.
Bien, a lo que iba. Estos días han sido, en términos emocionales, equilibrado: mucho bien, muchos buenos momentos, muchas risas, pero tambien mucha mala onda, muchas peleas, muchas lágrimas. Maldita sea, maldita sea, quiero dormir y nunca despertar, pero eso sería escapar aun más de toda esta red de problemas que me gané sin concursos ni sorteos.
¡Wow! Noticia de último momento: uno de los psicópatas dió la cara, claro que quiere guardar su anonimato... típico, hijo de puta: te pillo y no me hago responsable de lo que pueda pasar...

Esto se desvió de su rumbo, mejor voy a tomar algo para no terminar golpeando una pared.

PD: Nombre para recordar hoy: Cristopher